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dilluns, 9 de juny del 2014

ELS CONTES DE SISÉ 6


DISFRUTAR DEL PRESENTE



Era verano, yo tan solo tenía 21 años, venía de América del Sur, por trabajo, yo trabajaba en una agencia de viajes, era enviada a Praga, para poder dar más averiguación sobre los parajes y demás que hubiera en Praga. Era mucho más difícil situarse en Praga que ver las imágenes en la web del hotel para saber cómo llegar.
Habían pasado una semana y justo en aquel instante cuando se me paró el coche encontré un sitio que en el mapa no constaba, era un poco raro, porque siempre que encontraba algo siempre constaba en el mapa, pero aquella era diferente, especial, había muchas palabras para describirla pero sólo una se acercaba tanto que impactaba. La ciudad se llamaba `` La ciudad del futuro´´, tenía un nombre raro y sospechoso, es decir nunca visto, cada día iba a investigar para al volver a mi ciudad natal y poder dar un poco de averiguación, la ciudad llegó a cierto punto en que surgió una idea ilógica porque con todo lo que me había demostrado los residentes de aquella ciudad era un poco complicado para saber de qué iba esa localidad. Yo misma llegué a hallar que cada persona que residía en aquella localidad tenía un doble pero más adulto, solo las personas dignas de dinero podían permitirse el lujo de tener la persona adulta a su lado para guiarla por el buen camino y no cometer ningún error.
Me parecía un poco ilógico porque, ¿para que necesitas una persona igual que tú para que luego te confundan con ella?
Me parecía una tontería. Al cabo de unos meses trabajaba en otra empresa con otros compañeros i otros jefes, me habían contratado ascendido de muchas maneras pero la cuestión es que ahora trabajaba en Praga, me gustaba mucho la nueva empresa, elegía los horarios que quería, también los salarios iban subiendo subiendo cada vez más, mi vida iba cambiando mejorando cada vez más cuando de repente la empresa tan favorable cerró sus puertas y nadie recuperó su trabajo. Mi vida allí había terminado mis estudios me consiguieron otra empresa pero estuve trabajando allí y cada vez me bajaban el salario, ahora era salario mínimo, y con el horario cada vez me lo subían más. Durante pocos días no dude en ir a echar un vistazo a aquel sitio desconocido que visite años atrás.
Cuando llegué todo había cambiado ahora estaban con las guerras, inventando medicinas y todo lo que habíamos inventado nosotros años atrás, todo menos los dobles, allí estaban cada uno con el que le correspondía, decidí mudar-me allí, pensé sitio nuevo vida nueva.
Y así fue, yo ya no constaba en los sitios donde había vivido y lo mejor fue que con el trabajo que me dieron allí pude permitirme un doble que me aconsejara al fin y al cabo de los errores aprendemos, pues eso aprendimos yo y mi doble, yo aprendí que lo bueno no tiene que durar, lo que significa que hay que disfrutarlo y lo que venga por delante ya vendrá, y mi doble aprendió a que en la vida ellos no tenían por qué indicar el camino ellos aconsejaban y nosotros por bien o por mal aprendíamos igual.
Un día a nuestra ciudad, no constada en el mapa , llegaron arqueólogos, científicos y mucha más gente, ellos también aprendieron una lección por diferentes que sean serán personas, pararon nuestro proceso de dobles y nos utilizaron para experimentos i cosas extrañas, por eso yo aprendí muy bien que lo bueno siempre acabaría y habría que disfrutarlo en el momento adecuado, me sentí feliz de haber sido la primera persona en haber existido en dos sitios y disfrutar el presente.
Marina García

6é A