DISFRUTAR DEL
PRESENTE
Era verano, yo tan
solo tenía 21 años, venía de América del Sur, por trabajo, yo
trabajaba en una agencia de viajes, era enviada a Praga, para poder
dar más averiguación sobre los parajes y demás que hubiera en
Praga. Era mucho más difícil situarse en Praga que ver las imágenes
en la web del hotel para saber cómo llegar.
Habían pasado una
semana y justo en aquel instante cuando se me paró el coche
encontré un sitio que en el mapa no constaba, era un poco raro,
porque siempre que encontraba algo siempre constaba en el mapa, pero
aquella era diferente, especial, había muchas palabras para
describirla pero sólo una se acercaba tanto que impactaba. La ciudad
se llamaba `` La ciudad del futuro´´, tenía un nombre raro y
sospechoso, es decir nunca visto, cada día iba a investigar para al
volver a mi ciudad natal y poder dar un poco de averiguación, la
ciudad llegó a cierto punto en que surgió una idea ilógica porque
con todo lo que me había demostrado los residentes de aquella ciudad
era un poco complicado para saber de qué iba esa localidad. Yo misma
llegué a hallar que cada persona que residía en aquella localidad
tenía un doble pero más adulto, solo las personas dignas de dinero
podían permitirse el lujo de tener la persona adulta a su lado para
guiarla por el buen camino y no cometer ningún error.
Me parecía un poco
ilógico porque, ¿para que necesitas una persona igual que tú para
que luego te confundan con ella?
Me parecía una
tontería. Al cabo de unos meses trabajaba en otra empresa con otros
compañeros i otros jefes, me habían contratado ascendido de muchas
maneras pero la cuestión es que ahora trabajaba en Praga, me gustaba
mucho la nueva empresa, elegía los horarios que quería, también
los salarios iban subiendo subiendo cada vez más, mi vida iba
cambiando mejorando cada vez más cuando de repente la empresa tan
favorable cerró sus puertas y nadie recuperó su trabajo. Mi vida
allí había terminado mis estudios me consiguieron otra empresa pero
estuve trabajando allí y cada vez me bajaban el salario, ahora era
salario mínimo, y con el horario cada vez me lo subían más.
Durante pocos días no dude en ir a echar un vistazo a aquel sitio
desconocido que visite años atrás.
Cuando llegué todo
había cambiado ahora estaban con las guerras, inventando medicinas y
todo lo que habíamos inventado nosotros años atrás, todo menos los
dobles, allí estaban cada uno con el que le correspondía, decidí
mudar-me allí, pensé sitio nuevo vida nueva.
Y así fue, yo ya no
constaba en los sitios donde había vivido y lo mejor fue que con el
trabajo que me dieron allí pude permitirme un doble que me
aconsejara al fin y al cabo de los errores aprendemos, pues eso
aprendimos yo y mi doble, yo aprendí que lo bueno no tiene que
durar, lo que significa que hay que disfrutarlo y lo que venga por
delante ya vendrá, y mi doble aprendió a que en la vida ellos no
tenían por qué indicar el camino ellos aconsejaban y nosotros por
bien o por mal aprendíamos igual.
Un día a nuestra
ciudad, no constada en el mapa , llegaron arqueólogos, científicos
y mucha más gente, ellos también aprendieron una lección por
diferentes que sean serán personas, pararon nuestro proceso de
dobles y nos utilizaron para experimentos i cosas extrañas, por eso
yo aprendí muy bien que lo bueno siempre acabaría y habría que
disfrutarlo en el momento adecuado, me sentí feliz de haber sido la
primera persona en haber existido en dos sitios y disfrutar el
presente.
Marina García
6é A